Para decorar una casa no sólo hacen falta objetos atractivos, sino también prácticos. Los percheros son estéticamente agradables y, además, permiten guardar la ropa sin desordenar la habitación. Existen en multitud de formas, por lo que es importante saber cuál se adapta a sus necesidades.
Un perchero de pared
En realidad, la mejor alternativa para insertar un perchero en tu decoración es optar por la elección de un perchero de pared. De madera o metal, puede fijarse fácilmente a la pared. Por lo tanto, es adecuado para habitaciones que no disponen de espacio suficiente. Además, proporciona un espacio de almacenamiento muy atractivo. También son muy fáciles de instalar como accesorios decorativos. Dependiendo de tus gustos, puedes utilizar un perchero de pared minimalista o un perchero de pared plegable. También es posible elegir un perchero de pared vintage. Sobre todo, no debe perder de vista la posibilidad de elegir un color para acomodar el perchero a su decoración.
Un perchero con patas
A diferencia de los percheros de pared, los percheros de pie ocupan más espacio. Por eso es aconsejable colocarlo en mundos donde el espacio no sea un problema. De hecho, su uso es necesario cuando es imposible fijar cosas en la pared de la casa. Es decir, en una vivienda alquilada en la que el contrato prohíbe fijar objetos en la pared, el perchero es imprescindible. También puede ser de madera o metal, según sus preferencias. Están disponibles en una gran variedad de colores y acabados con distintas formas.
Un perchero de entrada
Por último, es importante contar con un perchero de entrada en tu decoración. Suele fijarse a la pared para poder guardar fácilmente el abrigo una vez dentro. Su importancia radica en que optimiza el almacenamiento al evitar que las capas se depositen por todas partes. El perchero de la entrada no puede utilizarse solo, ya que solo se utilizará en la entrada. Un perchero secundario en el dormitorio es necesario para un almacenamiento eficaz.